La demanda por lesión ocular de un trabajador de la construcción en la ciudad de Nueva York resulta en un acuerdo de 1.5 millones de dólares

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La ley de Nueva York establece que usted, como trabajador de la construcción, tiene derecho a un lugar de trabajo seguro. El contratista general del proyecto y el propietario del sitio tienen el deber legal de proporcionar a los trabajadores de la construcción un espacio de trabajo que cumpla con las normativas de seguridad. Las leyes de Nueva York ordenan expresamente que toda "maquinaria, equipo y dispositivos" deben "proporcionar protección razonable y adecuada" a todos los que trabajan en el sitio. Sin embargo, esto no ocurre con la frecuencia que debería. A veces, en los sitios de construcción ocurren errores honestos y descuidos. Otras veces, se recortan esquinas y se toman riesgos que resultan en lesiones a los trabajadores. Si resulta lesionado debido a equipos o maquinaria rotos, mal mantenidos o inseguros, debe comunicarse con un abogado experto en accidentes de construcción de Nueva York sobre su caso.

Un ejemplo de este tipo de lesión fue el caso de James, un trabajador de la construcción de 44 años de Staten Island. James estaba trabajando en un proyecto de construcción en el Distrito de la Moda en agosto de 2014. James era capataz en el trabajo, y sus deberes incluían la inspección de gatos que se utilizaban en el proceso de vertido de concreto. Una mañana, mientras realizaba esas tareas, James giró la cabeza y su ojo derecho golpeó una cuña de abrazadera que era parte de uno de los gatos, según un informe de silive.com.

James presentó una demanda para recuperar compensación por las lesiones que sufrió. Su caso, presentado en Manhattan, nombró tanto al propietario del edificio como al contratista general del proyecto. En la litigación de James, su argumento era que el propietario del edificio y el contratista general mantenían un nivel de control sobre el trabajo que los hacía potencialmente responsables ante James y que no le proporcionaron un lugar de trabajo adecuadamente seguro. Específicamente, el caso del trabajador era que las entidades demandadas permitieron que existiera una condición peligrosa en el gato. La cuña de abrazadera debió haber tenido algo llamado un "capuchón de hongo" cubriéndola, lo cual hubiera minimizado o prevenido su lesión, pero no había tal capuchón de plástico duro presente.

Las lesiones que sufrió el capataz fueron sustanciales y permanentes. James se sometió a un total de tres cirugías oculares, incluyendo una cirugía de emergencia que tuvo lugar inmediatamente después del accidente. A pesar de los mejores esfuerzos de los médicos, James sufrió una pérdida permanente parcial de la visión en su ojo derecho.

Esta prueba estableció que James ya había sufrido daños significativos y continuaría teniendo efectos del accidente por el resto de su vida. Basado en la evidencia que James acumuló, pudo resolver su caso por $1.5 millones, según silive.com.

Si ha resultado herido mientras trabajaba en una renovación o en otro tipo de trabajo de construcción, es posible que tenga derecho legal a una indemnización contra aquellos cuya mala conducta o inacción inapropiada condujeron a sus lesiones.

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