Existe una amplia gama de maneras en las que un accidente automovilístico puede suceder. Hay choques en intersecciones involucrando a vehículos que dan vuelta.
Hay accidentes de choque por alcance. Hay accidentes por cambio de carril, y algunas veces hay accidentes por llantas que salen volando.
En un reciente caso en el que una llanta se soltó, se salió de un auto y golpeó a otro vehículo, los tribunales concluyeron que la conductora lesionada podía presentar demandas por responsabilidad contra el taller que trabajó en el auto y contra la conductora que lo iba operando cuando la llanta se salió.
El caso es un útil ejemplo de cómo puede hacerse una reclamación por un accidente causado por un automóvil que no cuenta con el mantenimiento adecuado.
Los hechos del accidente de alguna manera son poco usuales. La demandante iba conduciendo rumbo al norte por la Interestatal 190 en Buffalo cuando su auto se vio envuelto en un accidente por una llanta que salió volando de un vehículo que se dirigía hacia el sur en su propio carril.
Obviamente no es usual que las llantas simplemente salgan volando de vehículos que están en perfectas condiciones.
Cuando una circunstancia como esta sucede, las lesiones que usted sufre por el accidente, pueden necesitar que usted inicie una acción legal contra múltiples demandados. Estos pueden incluir al conductor del otro vehículo, el propietario del otro vehículo (si no es él quien iba conduciendo), y la persona o entidad que reparó o dio mantenimiento a ese vehículo.
En este caso de Buffalo, la demandante sabiamente hizo exactamente esto. Demandó al taller que trabajó en el vehículo, pero también demandó a la conductora de ese vehículo. El taller aceptó el aspecto de su responsabilidad.
Sin embargo, la otra conductora no. Ella alegó que no podría ser responsable ante la demandante porque no fue su negligencia “y porque su conducta no representó un factor sustancial en la causa del accidente”.
Sin embargo, los tribunales no estuvieron de acuerdo con la demandada. Contrario a sus argumentos, la demandada fue potencialmente negligente y por lo tanto responsable ante la demandante.
Esto se debe a que la legislación de Nueva York deja en claro que los propietarios y conductores de vehículos tienen la obligación legal de revisar sus automotores, para descubrir cualquier problema con ellos, y para corregir tales defectos.
Aun cuando la demandada no fue quien le dio el mantenimiento a su vehículo, la ley establece que estaba obligada a revisar su automóvil, para localizar problemas como el del asunto de la llanta, y para corregir esos defectos.
Los demandados podrían evitar la responsabilidad si pueden demostrar que las circunstancias que provocaron el accidente estuvieron enteramente fuera de su control. La demandada en este caso presentó este argumento.
Sin embargo, este argumento no tuvo éxito ya que la demandante tenía evidencia que ponía en duda esta cuestión. La demandada alegó que “no hubo nada que ella pudiera haber hecho” para evitar el accidente.
No obstante, otro testimonio de la demandada indicó que sintió que algo no estaba bien con el auto, pero, a pesar de tal percepción, continuó manejando de todas maneras por la interestatal, en lugar de rápidamente orillarse y detenerse a un lado. Al no pararse y revisar su vehículo, la demandada fue potencialmente negligente y responsable de las lesiones de la demandante.
Un accidente provocado por un vehículo que no fue mantenido adecuadamente por el conductor, pueden generarle a usted varias situaciones difíciles, pero también puede presentarle oportunidades únicas para obtener una indemnización por el daño que usted sufrió en el accidente.
Para saber más sobre las opciones disponibles en su caso, llame a los abogados de accidentes automovilísticos en Nueva York, del despacho de Jacob Oresky. Nuestro equipo ha pasado muchos años representando a personas lesionadas en accidentes en toda el área metropolitana de Nueva York, incluyendo el Condado de Westchester y Long Island.
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