¿Cómo se calcula la indemnización por daños y perjuicios?

La indemnización por daños y perjuicios es una compensación monetaria para cubrir las pérdidas sufridas tras una lesión. Cuando inicias un caso de lesiones personales, hay dos tipos distintos de daños y perjuicios a los que puedes optar: económicos y no económicos.

Los daños económicos son pérdidas que llevan asociado un costo preciso. Pueden calcularse matemáticamente o probarse con recibos, facturas y comprobantes de pago. Estos daños cubren las facturas médicas pasadas y futuras, los salarios perdidos por faltar al trabajo y la disminución de la capacidad de ganancia, entre otras cosas. 

En cambio, los daños no económicos son distintos. Estos daños incluyen el dolor y el sufrimiento, algo que no tiene un valor definido, pero que aun así merece una indemnización.

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¿Qué es exactamente el dolor y el sufrimiento?

Dolor y sufrimiento es un término técnico que se refiere al malestar físico y la angustia emocional que sufres como consecuencia de tu lesión. El término “abarca el dolor, el malestar, la angustia, las molestias y el trauma emocional” que acompañan a tu lesión. 

El dolor y el sufrimiento pueden incluir daños como:

• Pérdida o disminución de la calidad de vida
• Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
• Ira
• Duelo
• Miedo
• Cambios cognitivos
• Insomnio
• Reducción de la calidad de vida
• Pérdida de la compañía

Estas pérdidas son tan importantes para tu caso como los daños económicos. Reconocen que tu lesión es algo más que bajas laborales y facturas médicas.

¿Cómo se calculan estos daños?

Ahora, la pregunta es: ¿cómo se calcula esto? Sin facturas ni recibos, ¿cómo decide alguien lo que vale tu trauma físico y emocional?

En los casos de lesiones personales, los tribunales suelen utilizar “el método del multiplicador” para calcular tu daño moral. Esta fórmula tiene en cuenta el dolor y el sufrimiento multiplicando tus daños económicos por un multiplicador de 1.5 a 5, según la gravedad de tus lesiones. Por lo tanto, normalmente recuperarás más daños no económicos que económicos.

Los distintos tipos de calculadoras

Hay unas cuantas calculadoras de dolor y sufrimiento que puedes encontrar por ahí:

• Calculadoras en línea
• Calculadoras de compañías de seguros
• Calculadoras de abogados

Las calculadoras online nunca son exactas. No hay dos lesiones iguales y una calculadora online no comprende los matices de tu situación. 

Las compañías de seguros también tienen su propia calculadora. Su objetivo es pagar la menor cantidad de dinero posible, por lo que su calculadora se basa en una fórmula. Las compañías de seguros tomarán tus facturas médicas y multiplicarán esa cifra por un factor predeterminado. Esa es la cantidad que creen que valen tu dolor y tu sufrimiento.

Un abogado experto en lesiones personales calcula también tu dolor y sufrimiento y pueden consultar a expertos para obtener un valor preciso de tu dolor y sufrimiento. Esta es la cantidad por la que lucharán en la demanda. 

¿Cómo se demuestra el dolor y el sufrimiento?

Los daños económicos son fáciles de demostrar. Se trata de un cálculo de recibos o nóminas. Es una cifra final que puedes sumar. Los daños no económicos son un poco más abstractos. Es un dolor real que no cuesta una cantidad concreta de dinero. Entonces, ¿cómo puedes demostrar lo que estás sufriendo?

Probar tu dolor y sufrimiento se hace utilizando pruebas. Necesitas documentarlo todo. Algunas formas de capturar tu dolor y sufrimiento son:

• Escribe en un diario con regularidad. Puedes escribir detalles como la cantidad de dolor que sientes en una escala de dolor. Puedes escribir sobre tu vida cotidiana y lo diferente que es. También puedes documentar lo que ya no puedes hacer. Habla con tu abogado sobre otros detalles que sean importantes de anotar.
• Fotografías 

• Pruebas médicas
• Notas, cartas y registros de profesionales médicos. Esto incluye a un médico, fisioterapeuta o profesional de la salud mental. 
• Documentación de un experto en lesiones personales. Pueden testificar sobre tu dolor y sufrimiento y sus particularidades. 
• Testimonio o cartas de familiares y amigos. Si tienes amigos o familiares que vivan contigo o te vean habitualmente, son el testimonio más sólido. Pueden hablar de cómo vieron cambiar tu vida tras tu lesión. Además, cualquier compañero de trabajo o persona que te vea con regularidad, pero que esté menos implicada en tu vida, es ideal para testificar. No tienen una predisposición tan dura hacia ti y tu bienestar y observan objetivamente lo que te ocurrió. 

Cuanto más sólidas sean tus pruebas, mejor para tu caso. Aunque algo como escribir un diario pueda parecer trivial, es una parte clave para ilustrar tu experiencia tras el accidente. 

Juicio vs. Acuerdo

No todos los casos de lesiones personales llegan a juicio. Si el caso se resuelve fuera de los tribunales, la indemnización por daños y perjuicios puede limitarse a lo que cubra el seguro. Ir a juicio abre la puerta a una indemnización por daños y perjuicios elevada. Ir a juicio o llegar a un acuerdo depende mucho de cada caso. Tu abogado evaluará tu caso y te aconsejará sobre el mejor camino a seguir.

Ponte en contacto con un abogado de lesiones personales para que te ayude

Las indemnizaciones por daños y perjuicios son una parte importante de tu caso de lesiones personales. Sin embargo, pueden ser difíciles de conseguir.

Un abogado de lesiones personales puede ayudarte a reforzar tu caso para recuperar todos los daños relacionados con tu lesión, no solo las facturas médicas.